lunes, 26 de octubre de 2009
Medir la distancia de la Tierra a la luna y ganar
Felicitaciones!
Nota del Mincyt con todos los ganadores:
www.mincyt.cba.gov.ar/nota.asp?NOTA_ID=1203&ESTR_ID=1073
El acertijo de la pobreza
Por Liliana Pereyra. Instituto de Economía y Finanzas. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Córdoba .
http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=560405
viernes, 23 de octubre de 2009
Cielos y síntesis
Si bien días después hubo también oportunidad de escuchar la presentación de Santiago Paolantonio quién desde un enfoque histórico se ocupó de recuperar el valor de las “Fotografías Cordobesas” del Observatorio de Córdoba -un catálogo estelar olvidado por los historia oficial de la fotografía astronómica, editado en 1897- y la vida de pioneros como Benjamin Gould -fotógrafo sistemático que “inventarió” once mil estrellas del cielo del hemisferio sur-, esta mesa redonda fue mas bien un ejercicio de aproximación a la astronomía como fuente de noticias científicas.
¿Para qué hacer comunicación pública de la astronomía? Goldes abrió el fuego: “los temas astronómicos despiertan interés, porque existe la idea de que los astrónomos están cerca del funcionamiento del universo, cerca de las grandes preguntas, resolviendo todos los días grandes enigmas, cosa que no es cierto.”
Dando un salto (¿cuántico?) de los astros a otros quehaceres Goldes dijo que “la problemática de la difusión de la astronomía es similar a la de todas las ciencias naturales. A los científicos no nos han formado para la comunicación, no nos explican para qué sirve, sólo nos preparan para investigar. Por ello se da que son los astrónomos aficionados quienes en general la vienen divulgando acá y en otras partes del mundo. A veces la hacen bien, otras veces mal. Recién en la última década los astrónomos profesionales han comenzado a comunicar más.”
Hernán Muriel sabe que la humanidad representa una ínfima porción en el espacio y en el tiempo, un suspiro en la dorsal de la noche. Para él es imposible la reflexión existencial sobre la vida y el universo sin mirar el cielo. “Probablemente es una de las disciplinas con mayor impacto filosófico en la vida del ser humano -dijo- a partir de Copérnico, el sol es puesto en el centro del sistema solar y la tierra abandonando el centro de la creación. Fue un golpe duro y resistido. Luego descubrir que vivimos alrededor de una estrella como cualquier otra, en un lugar cualquiera dentro de nuestra galaxia, que nuestra galaxia vive en un lugar bien común dentro del universo. Y que en el universo hay millones y millones de galaxias”.
Y ensayando una justificación ante un hipotético burócrata que cabalga la máquina de impedir y resuelve el destino del financiamiento de las ciencias contó que “la astronomía es una gran desarrolladora de tecnología, que también impacta en el desarrollo económico. En el devenir de esta disciplina surgen a cada paso dificultades de observación que obligan a apelar a nuevas tecnologías”.
Muriel alertó sobre el impacto de la contaminación lumínica que ciega la Vía láctea a los ojos urbanos. “Cada vez percibimos menos del cielo debido fundamentalmente a que lo iluminamos, la atmosfera nos refleja esa luz, y ustedes -también en Córdoba- de noche pueden ver muy pocas estrellas”.
Yamila Abud dijo que desde un comienzo la sedujo la pasión de los astrónomos por su trabajo: “mi experiencia es desde el periodismo y creo que la clave está en saber mostrar la emotividad de la labor científica. Con esta lógica, he trabajado en dos documentales audiovisuales sobre astronomía que han sido sobre el sistema italo-argentino de satélites de la Conae para la gestión de emergencias. Y un trabajo que justamente involucra a Hernán Muriel, que es la posible instalación del telescopio más grande del mundo, que es de la ESO, de la Observatorio Europeo Austral, en la Puna”. También destacó la importancia de contar con espacios adecuados en la televisión para contar estas historias.

Alguien del auditorio preguntó cómo hacer para llevar a la práctica una mejor comunicación científica, a lo que Moledo respondió y ejemplificó: “Sintetizar. La Ilíada es una semana en la guerra de Troya, no es toda la guerra. Ahí reside el mérito de esa obra universal. Cuando alguien cuenta lo que hace una estrella no cuenta todos los detalles. No hace falta contar todos los elementos y procesos que suceden ahí, no hace falta contar la estrella. El científico que estudia la estrella resume también, porque si no resumiera tendría que tener la estrella, y la estrella es muy grande, y hasta puede ser muy caliente”. Por supuesto en una hora y media, se conversó y se dijeron más cosas, pero para hacer esta nota la única manera era justamente esa,
martes, 20 de octubre de 2009
De ideas, modelos y tensiones entre periodistas y científicos
Esta vez le tocó el turno a Matía Loewy, editor de ciencia y salud la revista Newsweek Argentina. Tras realizar un recorrido histórico sobre el valor y significado de la divulgación científica; Loewy caracterizó ideario moderno de la divulgación científica:
• Saber de ciencia ayuda a entender la vida y a tomar decisiones.
• La divulgación de ciencia es una actividad creativa.
• Hay que escribir o comunicar en un lenguaje comprensible.
• Hay que escribir y comunicar con un buen uso del lenguaje.
• No basta con informar: hay que motivar, entretener, inspirar
• Hay que encontrar el equilibrio entre el rigor científico y la simplificación.
• Divulgar no significa distorsionar.
• Hay que convencer a los científicos sobre el valor y la importancia de divulgar.
• La ciencia ayuda al desarrollo de país. Y una sociedad informada será más propensa a apoyar la ciencia.
Tensión
Luego se refirió al choque “casi cultural”, que hubo entre científicos y periodistas a la hora de divulgar ciencia. Esto se debe a que la actitud de periodistas y medios es que la información científica no es importante y los científicos son “herméticos y poco abiertos a difundir su trabajo a la gente en términos claros”. “Es la imagen del científicos trabajando en su burbuja que es su laboratorio, poco dispuesto a comunicar lo que hace”, resumió.
En tanto, los científicos piensan que se gana poco con la difusión de un trabajo y que los periodistas son “superficiales, sensacionalistas, poco rigurosos, malinterpretan y tergiversan”.
Según Loewy, los científicos creen que existen canales convencionales de comunicación de la ciencia (journal, etc.) y que la divulgación en medios masivos no tiene ningún rédito. Al contrario, hay más riesgos porque la información se puede distorsionar y quedar en ridículo ante los colegas. “Y, en general, los científicos atesoran en su memoria aquella mala experiencia que tuvieron con un periodista y trasladan ese episodio al resto del periodismo”, señaló.
Para Loewy, estas viejas ideas todavía siguen vigentes, pero en las últimas dos décadas se ha dado un cambio por vario motivos:
Los medios advierten que la información científica puede “vender” o al menos prestigiar la publicación o producto. Se incorporan secciones fijas o nuevas publicaciones.
Los científicos empiezan a entender que la difusión de las noticias puede aumentar la legitimación de su trabajo y atraer más fondos; que el trabajo propio puede ser mejor considerado por otros investigadores del mismo campo (“señal de importancia”). “Da la impresión que el hecho de aparecer en los medios también tiene un impacto positivo dentro de la comunidad científica”, dijo Loewy.
Otras tensiones
La tensión entre periodistas e investigadores no es la única que existe entre la comunidad científica y el resto de la sociedad. Por un lado, se supone que el entorno ideal de la ciencia moderna requiere que el progreso científico se apoye con interés y participación de la gente.
Pero, por otro lado, la percepción social de la ciencia es ambivalente: admiración y creencia de que puede “dar veredictos” y resolver todos los problemas, aunque también temor y hostilidad, por ejemplo, en el caso de la clonación, energía nuclear y alimentos transgénicos.
Modelo de déficit
Para poder limar estas tensiones entre ciencia y sociedad, surge un modelo para comunicar la ciencia. El modelo del déficit es el modelo dominante. En este marco, se cree que la hostilidad o indiferencia que la gente siente sobre la ciencia se puede resolver únicamente con transmitir de manera adecuada los conocimientos científicos.
Así, los periodistas deberían sólo transmitir el discurso científicos en un lenguaje comprensible para la gente. Las características de este modelo son: no hay otras voces más que la de los científicos, una relación asimétrica (el científico arriba y el público abajo).
La gente al tener más conocimientos científicos tendría una actitud más positiva hacia la ciencia. Sin embargo, varios estudios demuestran que una mayor alfabetización científica no se traduce llanamente en una percepción más positiva de ella.
Modelos de diálogo y de empoderamiento
Estos modelos buscan que los periodistas tengan un nuevo rol. En el modelo de diálogo, los científicos deberían estar dispuestos escuchar los reclamos de la gente. Ya no es un camino que va del científico a la gente, sino que el investigador también es receptivo de las creencias, demandas y visiones del público respecto de la ciencia. En este marco, los periodistas deben escuchar no sólo las voces de los científicos, sino también las de otros actores.
En tanto, el modelo de empoderamiento es de más difícil aplicación. Aquí ya desaparece la situación de asimetría. El periodismo de ciencia debería facilitarles a los individuos una comprensión genuina de cómo se produce y aplica el conocimiento científico, para que luego la gente pueda intervenir en la toma de decisiones sobre la política científica de su país o región.
La sociedad debe conocer cómo funciona la ciencia y no sólo los resultados. Cuáles son las incertidumbre detrás de cada hallazgo, cuáles son los riesgos detrás de cada tecnología y los problemas éticos que tiene cada investigación. Todo esto debe transmitir el periodista. Dar a conocer no sólo el resultado científico, sino también el contexto en el que se produjo.
Ideas diferentes
Aplicar este modelo en términos prácticos presenta muchas dificultades. Esto ocurre porque aún persisten diferentes ideas entre periodistas y científicos que mantienen vigente la tensión mencionada anteriormente. Algunos de los puntos en los que difieren son:
Novedad
Para el científico: Suele basarse en una hipótesis previa, depende del aval de los pares y de la confirmación repetida por experimentos. La novedad es un “acontecimiento esperado”.
Para el periodista: Lo inesperado, un elemento nuevo que irrumpe en el sistema social.
La novedad o acontecimiento que se comunica es la NOTICIA.
Objetividad
Para el científico: Es la asignación de espacio proporcional al grado de contrastación de las evidencias empíricas.
Para el periodista: Es darle el mismo espacio a opiniones o visiones contrapuestas, más allá de cómo se fundamenten.
Lo interesante
Para el científico: Todo aquello que represente un aporte para la comprensión del mundo o abra nuevas líneas de investigación.
Para el periodista: Todo aquello que atraiga la atención o el interés del lector.
El texto sobre ciencia
Para el científico: Un paper “soft”. Un material a redactar con serenidad y que debe someterse a un examen riguroso antes de la publicación para verificar la no existencia de errores.
Para el periodista: Un producto periodístico más. Un material que debe llenar el espacio en la pauta del medio y que debe entregarse en el curso de pocas horas o pocos días.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
la química del Suquía
informe en dos partes de un estudio de la contaminación del río Suquía. Es un trabajo de investigación interdisciplinario del CEQUIMAP, centro que visitaremos el próximo viernes.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Frases históricas sobre la divulgación científica
Loewy realizó un recorrido por los pioneros de la divulgación científica desde el siglo I Antes de Cristo hasta la actualidad. La Antigüedad, el renacimiento italiano, el iluminismo francés, los grandes científicos de la tradición prusiana y la escuela anglosajona que aún persiste son algunas de las corrientes que se destacaron siglos de historia de ciencia.
En la charla se rescataron frases de destacados intelectuales. Estos pensamientos resumen el ideario de lo que debe ser y hacer la divulgación científica moderna.
“Todas las verdades son fáciles de comprender una vez que se descubren. El asunto es descubrirlas”.
Galileo Galilei (1564-1642)

“Si la humanidad supiera qué profundo placer embarga a quienes escrutan el cielo (…), media Europa estaría cubierta con telescopios en lugar de bayonetas”.
Camille Flammarion (1842-1925)
“Nadie quería comprender la unión íntima de la poesía y de la ciencia; se olvidaban que la poesía es la fuente de la ciencia y no se imaginaban que con el tiempo pueden formar una alianza estrecha y fecunda en las más altas regiones del espíritu humano”.
Wolfgang Goethe (1749-1832)
“He querido presentar las ideas principales del modo más claro y simple posible, respetando en general el orden y el contexto en los que fueron realmente concebidos”.
Albert Einstein (1879-1955)
“Escribir sobre ciencia es importante para introducir a las personas comunes a los avances de la ciencia que se producen gracias a sus impuestos. Y también, para informar a los propios científicos sobre lo que hacen otros. En ciencia, hoy, todo el mundo sabe tanto como una persona común”.
Isaac Asimov (1920-1992)
“La divulgación científica tiene éxito si, de entrada, no hace más que encender la chispa del asombro”.

"El oficio de nosotros, los periodistas, no es el de oscurecer las aguas para que parezcan profundas, usando un lenguaje ininteligible; es todo lo contrario, llevar claridad a donde existe confusión y llamar las cosas por el nombre con el que la conoce el pueblo".
Arístides Bastidas (1924-1992) “Un país en el que el pueblo y las autoridades son concientes de que el progreso del país depende de la aplicación y del conocimiento de la ciencia, es distinto de otro que considera que la ciencia es un adorno y no sirve para nada”.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Virus, dengue y otros desconocidos
De todo esto nos hablarán en la próxima clase del Curso de Profundización de Periodismo Científico. Abajo un adelanto en video del los chicos de prensa de la UNC y una nota de La Voz del Interior sobre los gérmenes de este siglo.
Los gérmenes de este siglo, de La Voz del Interior
lunes, 7 de septiembre de 2009
microretrato en la cima
jueves, 3 de septiembre de 2009
lunes, 31 de agosto de 2009
Quebrar el modelo actual de comunicación científica

"Hay una paradigma que está funcionando según el cual están los científicos, los legos y en el medio los comunicadores que serían traductores. Ese paradigma no se puede aflojar ni mejorar. Hay que quebrarlo. Mi intención es quebrarlo. Al menos hacer una grieta para que luego se parta.
Las respuestas obvias que se dan a la pregunta ¿por qué comunicar la ciencia? son:
Educar al ciudadano. Porque divulgar educa y enseña a la población ignorante lo que la ciencia hace. Es lo que se realiza la mayoría de las áreas de prensa de los institutos científicos. Es verdad que ayuda a la educación, pero no es la verdadera razón de por qué hay que comunicarla. Entrega herramientas para tomar decisiones. Se dice también que la divulgación entrega herramientas a la población para que tome decisiones, por ejemplo, sobre la energía nuclear, la decisión de fumar, el uso de vacunas, la política agropecuaria, etc. Es verdad, pero es muy difícil que las herramientas que se puedan entregar a través de un diario sean suficientes para tomar esas decisiones. Una persona puede perder el miedo primitivo a una central nuclear desde un diario, pero no se puede hacerle entender todos los riesgos que implican una central nuclear. Una buena divulgación no hace que uno pueda tomar decisiones, pero nos debe permitir entender lo que dicen los que toman decisiones para que no nos engañen. Entonces, es verdad que entrega herramientas al ciudadano, pero tampoco es la verdadera razón por la que hay que hacer periodismo científico.
La razón monetaria. Otra razón que se sostiene parte de esta premisa: “Puesto que la ciencia se sostiene con el dinero público, el ciudadano debe saber que se hace con sus impuestos”. Eso es verdad, pero es un argumento que no me gusta. Tiene un tufo fiscal, según el cual la sociedad se constituye a través de un pacto fiscal. Es verdad, pero no es el argumento principal.
La razón monetaria II. Otro argumento es que la ciencia es más cara por lo que los científicos tienen que buscar cada vez más financiación. Cuanto más consenso haya en la sociedad sobre el desarrollo del sistema científico, más fácil será conseguir financiación. También es verdad, pero no es la razón por la cual hay que comunicar la ciencia.

La noticiabilidad de la ciencia es mentira. Además, la noticia no le interesa a nadie. Se lee y se olvida. Está preparada para eso. Pero hay una sola noticia que le interesa a todo el mundo: cómo funciona el universo. Entonces, cuando construyan una noticia hay que conectarla con las leyes generales del universo. De la noticia que le interesa al editor hay que poner dos líneas, en el resto del texto, el universo.
La ciencia es un derecho. Creo que hay que difundir la ciencia porque la ciencia es un derecho. Es un derecho social porque la ciencia no la hacen los científicos. Y menos que menos en los laboratorios. La ciencia la hacen grupos de científicos en contexto.
Si yo soy un pintor de 1935, voy a tratar de hacer pintura cubista, porque así veo las cosas y así se da la pintura en esa época. Con el científico es igual. Trabaja con lo que sabe. Pero eso que sabe es también lo que sabe la sociedad, no sólo cuestiones puramente científicas, sino muchas otras que la propia sociedad construyó. Un astrónomo observa el universo con un telescopio que no construyó, en un edificio que hicieron arquitectos, y así con todo. La ciencia funciona sólo en contexto, inmersa en la cultura. Y la cultura no es propiedad de un científico, no puede serlo.
El científico hace ciencia con todos los prejuicios, con todos los juicios ya hechos y aceptados de la cultura, que cambian con el tiempo. Trabaja con los prejuicios que tiene y conoce, pero también con todos los prejuicios que no conoce, pero que están en la sociedad.

Nicolás Copérnico es mi científico preferido por lo que les voy a contar ahora. En su época, la astronomía llega a un atolladero. Copérnico se dio cuenta de que ya no se podía arreglar más el sistema ptolemaico de universo y decide cambiar todo. Invierte la relación entre el Sol y la Tierra, pone al Sol en el medio, a los planetas girando a su alrededor y a la Luna girando alrededor de la Tierra. Arma un mamarracho espantoso que no funciona y que no coincide con las observaciones. Para hacerlo coincidir tiene que tomar ideas de su odiado sistema ptolemaico. En el sistema ptolemaico no es verdad que las cosas giraban alrededor de la Tierra. Giraban alrededor de un punto que se llama ecuante, exterior a la Tierra. Copérnico encontraba a esto absurdo: construir un sistema para que todo gire alrededor de la Tierra, pero para que no gire alrededor de la Tierra.
Sin embargo, cuando quiere poner el Sol en el centro, tampoco puede. Entonces en el sistema de Copérnico las cosas no giran alrededor del Sol, sino de otro punto que llama sol medio, que está fuera del Sol. Otra vez la misma historia. El sistema pasa. Y pasa porque él trabajaba con los prejuicios de la época.
Uno de estos prejuicios que conocía es que la Tierra no se movía. Y él rompe ese prejuicio. Es interesante conocer como avanza a tientas, porque no sabe donde se está metiendo. Se puede leer en las 15 primeras páginas de su libro.
Otro prejuicio de la época que él no conocía es que todo se mueve en órbitas circulares. Era un artículo de fe. Nunca cuestionó eso. Pasaron 100 años para que eso ocurriera. Por eso su sistema andaba mal. Copérnico no podía saberlo. El trabajó con las herramientas y prejuicios de su época.
La ciencia es pública porque es cultura y comunicación. Entonces, el científico trabaja con la cultura de su época, lo que demuestra una cosa importante: si la ciencia sale de la cultura, la ciencia es pública. No puede haber ciencia privada. La ciencia no es legítimamente de alguien. La ciencia se fabrica con la cultura acumulada por lo tanto es pública.
Pero hay otro motivo por el cual la ciencia es pública, que es tan fuerte como el anterior. A partir de la revolución científica, que ocurre entre la publicación de los libros de Copérnico (1545) y de Newton (1647), la forma de hacer ciencia es el método experimental: la ciencia funciona con experimentos que después se pueden generalizar por inducción para todo el Universo. Pero eso solo no sirve. Lo primero que debe hacer un científico cuando descubre algo es comunicarlo. O sea, la ciencia es cultura y comunicación.
Entonces cuando uno comunica la ciencia, estamos cumpliendo un rol en el desarrollo de la ciencia. El comunicador de la ciencia tiene que asumirse como un científico. La divulgación científica es la continuación de la ciencia por otros medios. A través de la comunicación se afirma una verdad científica y es la forma que tiene de volver de donde salió, de la cultura.
Los comunicadores estamos cumpliendo con una de las funciones centrales de la ciencia, que es la reproducción y el carácter público de la ciencia. No son funciones graciosamente otorgadas por la ciencia. Son esenciales. El que no cuenta, no hace ciencia. Es el mecanismo que está detrás de la publicación de paper. Los divulgadores queremos extender esa comunicación entre pares a la sociedad por razones legítimas y suplantando falencia en la comunicación científica formal, en la educación.
¿Por qué hay dificultades para comunicar la ciencia?
Algunas de las dificultades que se argumentan al momento de comunicar la ciencia son:
La jerga científica. Es verdad que la sociedad actual tiene muchos prejuicios sobre la ciencia. No olviden que cuando digo sociedad actual hablo de 100 años. Nada de lo que hay en este edificio existía hace un siglo: luces, plástico, hormigón, etc. Hace 100 años la sociedad era analfabeta.
El prejuicio que se tiene sobre la ciencia tiene su razón de ser, porque vivimos en una sociedad en la que recién hay tres generaciones alfabetizadas. Evidentemente las personas se pueden asustar mucho de, por ejemplo, la formula de la gravitación universal. Es lo que se dice la jerga científica. Es verdad que tiene una jerga, pero es falso que eso impida su comunicación, porque todo tiene su jerga. El mecánico de automóviles tiene su jerga. Las jergas son propias de grupos geográficos, sociales y profesionales.
La ciencia es difícil. La ciencia no es difícil. No es tan difícil como aprender alemán y con un curso de alemán uno aprende a hablar el idioma. El periodista científico no tiene más problemas que el periodista deportivo, que tiene que abarcar una serie de deportes que no tienen nada que ver uno con el otro.
La comunicación científica no es ciencia. Otro argumento es que la comunicación pública de la ciencia no es ciencia. Ya dijimos que sí es ciencia, porque una parte esencial de la ciencia es comunicarse. No hay ciencia autista. La ciencia autista no es ciencia.
La precisión de la ciencia. La ciencia no es precisa. Cualquier medición científica incluye el error. La ciencia es precisa en contexto. Si le pido a un carpintero que me haga una mesa medida en micrones, no la va a poder hacer. No tiene sentido tener esa precisión en la mesa. La ciencia es precisa en contexto. Lo que pasa es que el científico se cree que su contexto es todo. Los márgenes de precisión de la química son más amplios que en física. En cosmología los márgenes de error son del 50 por ciento.
Entonces ocurre el síndrome de la puerta de al lado. El científico tiene miedo que ante una falta de precisión, el científico de la puerta de al lado señale un error. El periodista debe tener en cuenta esto. La precisión en la televisión o en un diario son diferentes. Es otro contexto.
La ciencia es racional. La ciencia no es racional. La ciencia es razonable. Es racional en contexto. En un tema, siempre hay un contexto en el que es racional, pero eso no lo conecta de manera racional con otro contexto. No hay una conexión racional entre la sociología y la física nuclear. No hay un camino racional entre todas las disciplinas".
domingo, 30 de agosto de 2009
bienvenidos
